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sábado, 2 de enero de 2010

VIAJANDO

Dedicado a las personas a quienes los efectos del Dimenhidrato (Mareol), les hayan impedido disfrutar por completo de un viaje por tierra sobre nuestro hermoso país:


Sonó el despertador a la izquierda de la cabecera de mi cama, era mi celular…pequeña maravilla tecnológica a quien en estos momentos detestaba. Debía levantarme, un día largo me espera…No, un rato mas…me despierto en 10 minutos.




No habían pasado aun 2 minutos cuando mi querida madre me despertaba desesperada diciendo que estábamos atrasados. Atrasados? Me pregunté…si ni siquiera ha salido el sol!. No había nada que pudiera hacer al respecto así que con mucha dificultad y con el peso más grande sobre mis parpados salgo de mi lecho sabiendo que las noches anteriores de pocas horas de sueño estaban cobrándose su precio, pero no me importaba, todas habían valido la pena.


Desayuno!, pensé… Mi mas grande motivación al levantarme todos los días…Mi madre contesta que desayunaremos en el camino. Me rehúso y abro la nevera la cual se encuentra casi totalmente vacía excepto por una jarra de leche, un pan frio, y unas tajadas de jamón. No hay mas opción, tomo dos tajadas de jamón, las coloco sobre el pan y lo caliento unos segundos en el microondas (aparato que no deja de impresionarme); al salir de él, ya se ha convertido en algo comestible, me lo como sin mucha gracia, solo como para saciar un deseo de alimentarme. Una vez satisfecho, me baño y arreglamos los últimos pormenores del viaje. Todos corren como si de una evacuación se tratara, y yo solo pienso…"Tranquilo Bobby, tranquilo".


Las maletas, de tamaño indescriptible se suman unas sobre otras para caber casi que por obra y gracia del espíritu santo, dentro del carro que será nuestro medio de transporte en esta ocasión. Me pregunto, ¿Que llevaran mi madre y mi hermana? ¿Será que piensan quedarse a vivir allá?. Una vez acomodadas las maletas, y acomodados nosotros dentro de nuestro vehiculo emprendemos nuestro viaje.

Cruzamos la ciudad que parece muerta, con alguno que otro personaje que decidió no aceptar que la rumba había terminado y aun esperaba porque saliera el astro rey a demostrárselo. Llegamos a la salida hacia Santa Marta, salida que me da vergüenza….¿Que pensaran de nuestra ciudad todos los que llegan por ahí?, en fin… Se erguía frente a nosotros el Puente Pumarejo y en ese momento pensé…LA CAMARA!!

Mi papa me comenta que la tarjeta de memoria que va insertada dentro de ella se ha extraviado y que sin ella no se pueden tomar fotos. No lo podía creer! NO VOY A PODER TOMAR FOTOS!....La frustración invade por completo mi mente y paso sobre el puente pumarejo deseando poder inmortalizar la vista en mi cabeza y después poder reproducirla sobre algún papel…desafortunadamente no tengo esa capacidad… Buscamos algunas alternativas, la cámara de video dice mi papa….pero no es lo mismo. Así que me resigno y simplemente me dedico a llevar un registro de todo el viaje, esperando que mis palabras tengan la suerte de producir imágenes en sus mentes. Eran las 05:55hrs

La carretera se abría frente a nosotros en una recta interminable con el mar a nuestra izquierda el cual no se veía muy tranquilo gracias a las brisas decembrinas. A nuestra derecha mas agua con mucha vegetación. Pasábamos por Isla Salamanca y Cienaga, era reconfortante ver como la vegetación se había recuperado tras el magno desastre ecológico ocurrido por la gran idEota de hacer una carretera que impidiera la comunicación entra ambas reservas hídricas produciendo la muerte de miles de especies tanto de flora, como de fauna. Tomo un par de fotografías con mis ojos, sabiendo que no podre reproducirlas, aun totalmente frustrado. Lo que mas me dolió fue ver salir el sol y no poder tomar ni una sola foto.


Continuamos nuestro camino y salimos finalmente del paisaje costero con olor a pescado y a sal, aquel paisaje donde cualquier persona que vieras tenía la piel gruesa por el sol y el trabajo diario y las manos con cicatrices por las heridas de las espinas y aletas de los peces al sacarlos del agua. Ahora ya no había agua alrededor, por lo menos no en las inmediateces de la carretera. Es un paisaje con poca vegetación, más bien árido, pocos cultivos, más bien terrenos abandonados.

Un poco mas adelante la cosa cambia, ahora las tierras se veían más fértiles y abundaba un cultivo en común, como si la naturaleza tuviera ejércitos formados perfectamente alineados esperando la batalla. Se trataba del plátano y el banano. Plátano y banano por todas partes, habíamos entrado por supuesto a “LA ZONA BANANERA”, que entre otras cosas, les confieso, no tenia la menor idea de que era un municipio, pensé que simplemente era un apodo. Rio Frio, era el nombre del corregimiento. Eran las 07:00hrs y habíamos recorrido exactamente 92.5kms de camino.


De repente, como una luz bajada del cielo recuerdo algo que me hizo sentir estúpido…una voz me decía… “Idiota, tu celular tiene cámara”…No soportaba la idea de saber que pude haber tomado aquellas fotos antes, pero no me importaba, no iba a amargarme por ello y decidí iniciar la tarea de tomar algunas fotos, por supuesto conciente que la calidad de las mismas no seria nunca jamás igual a la de la cámara. Pero…“algo es algo, peor nada”


Tomo mi celular, apunto hacia afuera y disfruto aquel momento mágico en el que miles de fotones de luz ingresan través de la lente en el dorso de aquel pequeño aparatico y se transforma en un código binario almacenado finalmente en una memoria electrónica en forma de minitarjeta en la parte lateral de él… Fue casi orgásmico… Ya no entrare en mas detalles tecnológicos, pero necesitaba expresar lo bien que se sentía poder por fin, tomar las fotos.


La siguiente vez apunto hacia dentro del carro encontrándome con algo increíble, mi hermana conciliaba el mas profundo de los sueños en la mas incomoda de las posiciones y en un mal remedo de cama abrazando una almohada y con una cobija encima durmiendo en una posición que mas bien asemejaba la letra S, y en la que no podría hablar de ángulos pues tendría que hacer tantos cálculos que me cansaría. Increíble la tranquilidad con la que descansaba.


25 minutos mas tarde…(07:25hrs), Leía un aviso que decía “Bienvenidos a Aracataca”, y la verdad, cruzamos aquel pueblecito tan rápidamente y sin ver nada, que no pude evitar pensar como una genialidad como Gabriel García Márquez, pudo haber sido concebida, criada y mas aun, inspirada en aquel lugar. Pareciera que se necesitara de ambientes inhóspitos para el desarrollo de la mente humana.


Como te decía, pueblecito que pasamos muy rápido, tan rápido que no alcance a encontrar algo que valiera la pena fotografiar…después, más carretera por supuesto. La vegetación cambiaba nuevamente y ahora los cultivos de palma africana hacían que pareciera un paisaje jamaiquino, casi podía escuchar el Reggae haciendo doblar las palmas. Un pequeño rio no muy importante ni caudaloso, pero era una bonita vista y continuamos el viaje.



El paisaje venia siendo muy natural, hasta que de repente empiezan a aparecer como hormigas muchísimas “mulas” de carga. Cortaba bastante el verde del paisaje, sin embargo, no puedo evitar sentir admiración por la maravilla mecánica que representan; aunque en este caso lo único que lograban era atrasar nuestro paso. Pasamos un monstruo de estos por el lado, me pareció curioso que tuviera color naranja y pensaba que definitivamente no podíamos dejar atrás la “Jungla de Asfalto”. El sol calentaba haciéndose “picante”, y el paisaje volvía a ser indiferente, una palmera por aquí, un árbol por allá, monte por aquí, maleza por allá…etc…


A eso de las 08:52hrs de la mañana alcanzábamos Bosconia donde gracias a Dios mi familia decidía hacer una parada para desayunar (menos mal que no espere). Nos bajamos en un restaurante al lado de la carretera muy modesto, con sillas de plástico rojas, y manteles de varios colores. Nos atiende un señor entre otras cosas muy amable, el cual nos ofrece orgulloso los manjares gastronómicos que allí preparaban. Después de decidirnos, lo cual no nos tomo mucho tiempo, opte por desayunar como si no fuera a comer mas nada en todo el día. Primero hizo su aparición un suculento caldo de costilla de muy buen sabor y con un pedazo de carne de tamaño mediano, el cual acompañe con una arepa delgada no muy buena, pero cumplía su función de acompañamiento. Terminado el caldo sirven en un nuevo plato: 2 arepas y media mas (no se porque la media), y huevos pericos, también todo muy rico, lo comí sin chistar y antes de acabar los huevos un chorizo matizaba todo el conjunto; me retire satisfecho y me tome una Pepsi…Nunca había desayunado tanto, pero esta vez si que lo había disfrutado. Podía ver la cara de orgullo del mesero cuando volvió por los platos totalmente limpios. Nos levantamos, pagamos y nuevamente nos fuimos. Ya mi reloj marcaba las 09:30hrs.



Media hora después, como a eso de las 10:00hrs, a 215kms de Recorrido, sucedía uno de los mas grandes temores del viajero terrestre que además debe recorrer un largo tramo en corto tiempo. Si señoras y señores, se trataba del temido TRANCON.


Una línea interminable de vehículos se dibujaba hacia el horizonte sin poderse ver la causa ni el final, ya los carros frente al nuestro llevaban las luces de parqueo puestas y sus conductores impacientes se encontraban fuera de los carros con la impotencia de no poder hacer nada al respecto, como si fueran leones enjaulados, dando vueltas en círculos impacientándose cada vez mas.



El tiempo pasa, y nadie se mueve ni siquiera un milímetro, los ánimos se levantan y varias personas frustradas e impacientes empiezan a tratar de avanzar invadiendo el carril opuesto empeorándolo todo. Un camionero unos cuantos carros adelante toma la justicia en sus manos y decide atravesar su mula para que nadie siga invadiendo el carril opuesto. A mi opinión una medida audaz y plausible. Pero parecía que yo era el único que pensaba así, la gente empezó a molestarse y fueron donde el camionero a hacer el reclamo sin lograr ningún tipo de éxito.



De repente aparece un personaje curioso, un hombre de algunos años alrededor de la sexta decada, con sombrero y zapatos de punta, con gafas plasticas tipo surfer totalmente negras, quien caminaba raudo y agresivo mientras iba echando humo cual locomotora a toda velocidad, apagaba un cigarrillo y prendia otro y en su cara se dibujaba su decisión y su mal humor. Primero discutio un poco, y al final hizo las veces de policia de transito y organizo todo de manera que no se si fue por el, o fue casualidad, tras unos minutos el nudo se desbarato y todos LITERALMENTE corrieron de nuevo a sus carros.




Lentamente pudimos pasar el nudo sin identificar nunca la razon del trancon pues habian muchos vehiculos averiados, la mayoria recalentados, tal vez por la larga espera.

A las 11:15hrs y habiendo avanzado muy poco, a 260kms del inicio, entendiamos la razon de la exhuberante cantidad de camiones y mulas quienes entraban y salian de una mina de carbon. Mas adelante, un puente en construccion todavia no habilitado para evitar tener que detener los vehiculos para el paso del tren carbonifero.



Continuamos el viaje con mas fluidez, mi padre luchaba incansablemente por recuperar el tiempo perdido mientras yo disfrutaba del tunel formado por los arboles a lado y lado del camino. Trataba de tomar alguna buena foto, pero a veces esto se convertia en casi un deporte extremo al ir viajando a 150kms/h…asi que haciendo mi mejor esfuerzo pude captar la idea de lo que hablo. Arboles muy altos, y delgados haciendo venia hacia el camino entrelazando sus ramas formando un tunel de sombras parciales con rayos de luz que atravesaban de manera intermitente.


De pronto, al final del tunel y como si todo hubiera sido friamente calculado, los arboles se apartan y dejan al descubierto la primera aparicion de grandes cumulos de tierra conocidos como Montañas en todo el camino desde barranquilla hasta ese punto. Se levantaban aunque aun de tamaño mediano, majestuosas y solidas como custodiando todo alrededor.

Definitivamente empezaba a percibirse un cambio en lo que veiamos, aunque no sabia cuantos metros, estaba seguro de que ya habian varios entre el nivel del mar y nosotros. Todo empezaba a cambiar y aunque no se trataba de cerros y nevados empezaban a mostrarse grandes e interminables praderas y algunos animales de pastoreo quienes retozaban con tranquilidad inmaculada e inmutable.



El reloj marcaba las 12:45hrs, el sol empezaba apenas a descender de su punto mas alto. A 380kms del punto de partida, el calor se hacia insoportable y nuestras bocas deseaban refrescarse. Cualquiera pensaria que despues de dicho lo anterior, deberia aparecer un hermoso oasis con una palmera al lado y varias sirenas nadando en el…pero no. Apareció algo aun mejor…Aparecio BON ICE, aquel delgaducho manjar completamente sintetico y dañino tan plastico su empaque como su interior, aquel delicioso sabor sintetico lleno de colorante rojo que teñiria nuestra lengua, dientes, encias y estomagos. Si, ese que habiamos despreciado en tantas ocasiones hoy sabiamos que era nuestra salvacion. Sin pensarlo dos veces dije “PAPI YO QUIERO BON ICE!!!”, inmediatamente despues entraban uno detrás de otro para comernos de a 2 cada uno y saciar nuestra sed. QUE DELICIA!, mejor no pudo haber sido. Dandole gracias a Dios porque no podia tratarse de una obra que tuvieran un origen diferente al divino continuamos nuestro andar.


Minutos mas tarde, a eso de las 13:10hrs, paramos en una estacion de gasolina a comprar un poco de aquel derivado del petroleo que tanto esclaviza el mundo. Me detengo un momento y miro por la ventana, veo lo hermosas que se ven las nubes.
A los 10 minutos (13:20hrs) nos encontrabamos en otro restaurante para almorzar. Nos sentamos y leiamos la carta que la verdad, para ser un restaurante de carretera, la variedad era impresionante. Decido irme por algo bien criollo…quiero decir, estoy viajando por colombia, no iba a pedir SPAGHETTI!....Asi que ordeno una “carne en bistec a caballo”, y 20 minutos despues…me traen mi plato, el cual para mi sorpresa no es un plato, sino una BANDEJA, y traen el pedazo de carne mas grande que hallase visto en toda mi vida cubierto con una gruesa capa de salsa bistec y que remataba en el centro y sobre todo lo demas como una sabana, un par de huevos fritos. DIOS! Que era eso?. Parecia un plato para alimentar una familia entera!...no siendo suficiente y como si el mesero quisiera burlarse de mi cara de asombro. Pone a los 5 minutos sobre mi mesa 1 botella de coca cola y otro plato con arroz, patacones y papas fritas!. Sera que me veia muy hambriento?. No lo se. En todo caso ya estaba servido y debia comerlo. Solo pude comer la carne con los huevos. El arroz, los patacones y las papas fritas ya eran labor para alguien como Tom Green en MTV, o para el Pirri en un documental de “Hasta cuanto puede comer un humano?”. Terminamos y dificilmente nos movimos totalmente aturdidos por la comida hacia el carro (debo señalar que mi papa habia comido exactamente lo mismo). Miro nuevamente el reloj y son las 14:00hrs (Dios, no solo comimos demasiado sino en tiempo record!).


La carretera continua sin mayores acontecimientos y tomo algunas fotos variadas alrededor de las 14:45hrs, para que pudieras ver mas o menos lo que yo estaba viendo.


Me llama la atencion lo hermoso del cielo, y la forma en que estan distribuidas las nubes dentro de el, asi que le dedico esta vez una foto solo para el.



Luego un puente…no puedo evitarlo, me encantan los puentes, y siempre pienso que es emocionante cuando pasas sobre ellos.



La tarde avanza sin pena ni gloria, luchando contra el sueño y gracias a la tecnología que permite ver DVDs dentro de un carro y a la genialidad humorística colombiana de Andrés López nos reímos hasta no poder más. Se trataba del segundo DVD del humorista, el cual es simplemente genial y como siempre describe tantas cosas ciertas y cotidianas del ser del colombiano, en este caso de los novios y las novias, del matrimonio, del “levante”. En fin, hay que verlo y hay que tenerlo. Aquí mientras reía con nuestro compatriota simplemente tome fotos a lo que mas llamo mi atención.


Hacia las 17:25hrs el sol empezaba a ocultarse y aunque disfrutaba enormemente del espectáculo, me entristecía pues ya no podría tomar muchas fotos más. Pero bueno, no quedaba otra cosa que disfrutarlo. Gradualmente se iban perdiendo los distintos colores que componen la luz, haciéndolo todo cada vez mas rojizo para terminar dejándonos en la oscuridad. El sol se escondía ocasionalmente detrás de alguna nube, como anunciando su pronta desaparición como diciendo “estoy cansado y debo dormir”. Lo entendía, yo también estaba cansado. Mejor que se fuera a dormir, mañana tendría que alumbrarnos todo el día de nuevo.


17:40hrs, llegábamos por fin a Puerto Boyacá, lo que nos hacia saber que por fin ya estábamos un poco mas cerca. El sol se despide de manera majestuosa, elegante y casi divina. Se coloca detrás de una nube para emitir reflejos que se dispersan por toda la inmensidad del cielo, casi se podían tocar. Hermoso, digno del sol. Seria la ultima foto que tomaría.

Tan solo 20 minutos después a las 18:00hrs, ya la situación empieza a tornarse diferente. Nuestro mayor aliado, el Sol, se había ido y ahora la lluvia y la oscuridad hacían más difícil nuestro camino. La visibilidad era muy poca, y la lluvia mojaba la carretera obligándonos a ir mucho mas lento, además el cansancio no ayudaba. Así que dedique todos mis esfuerzos a mantener una selección de música variada y una conversación amena, además de una vigilancia estricta de la carretera para hacer una labor completa de copiloto.


45 minutos habían pasado ya (18:45hrs), y yo pensaba que ya no tendríamos más inconvenientes. Sin embargo he debido callar mi boca cuando al descender de un policía acostado, la llanta trasera estalla, obligándonos a orillarnos en el camino. Para nuestra sorpresa en la acera contraria había una llantería…perdón…un MONTALLANTAS (En el interior no entienden que es Llantería). Así que bajo la lluvia con la ayuda de un señor de amabilidad extrema y con algunas dificultades por la inexperiencia, logramos cambiar la llanta. Una vez agradecidos y por supuesto habiéndole pagado, nos despedimos y retomamos la ruta, pero esta vez en busca de una estación de servicio donde pudiéramos arreglar la llanta en caso de que sufriéramos una segunda “pinchada” (Uno nunca sabe).


A las 19:30hrs llegamos a La Dorada, donde logramos conseguir una estación de servicio internándonos en el centro del pueblo, se trataba de la Serviteca El Rhin (nunca pensé q se tratara de Rhin con H intermedia que es de un Rio, siempre pensé que se trataba de Rin de llantas…que extraño). Allí nos tomo media hora revisar la llanta y finalmente descubrir que se había estallado y había quedado inservible, por lo que tuvimos que comprar una nueva que nos sirviera provisionalmente de repuesto en caso de un segundo infortunado incidente.


Arreglado el problema y mas seguros, regresamos a la ruta y continuamos mientras conversábamos acerca de lo curioso que había sido el hecho de que justamente el día anterior se hubiera pinchado la llanta de mi carro, que además lo hubiera soñado el día anterior a que se pinchara. Y mi papa añadía que es la primera vez que se le pinchaba una llanta en el carro de él pero que por alguna razón se le dio por echarle aire a la llanta de repuesto antes de salir. Y como si eso fuera poco, nos habíamos "espichado" al frente del monta llantas!...por supuesto se emitieron todo tipo de hipótesis, conjeturas divinas, casualidades…etc…


De aquí en adelante, el viaje es más bien sencillo, por una recta muy larga, habiendo dejado de llover, pasando por diferentes pueblecitos cada uno con su historia propia:


20:50hrs, Mariquita, Pueblo famoso por su nombre por supuesto, por el pan y por las frutas.


21:05hrs, Armero-Guayabal, cuyo nombre original es GUAYABAL, solo que después de la tragedia de armero, tanta gente se mudo al pueblo que en honor al desastre ocurrido y a sus sobrevivientes decidieron otorgarle el nuevo nombre.


21:10hrs, Armero, o más bien…sus ruinas, aun se puede ver el 4to piso del hospital, los otros 3 yacen sepultados bajo la tierra, y algunas edificaciones altas. A este punto habíamos recorrido 914kms.


21:37hrs, Lérida, Nuestra última parada, necesitábamos descansar unos minutos. Nos detuvimos en un sitio que a mi opinión considero “la dimensión desconocida”. Se trataba de un sitio que parecía sacado de una película antigua, de limpieza extrema, mesas muy ordenadas, y decorado con paredes enchapadas con baldosas verdes y naranjas, pedí un par de pandebonos, y una avena, la cual vino servida en un vaso de heladería de película de los 60’s, como sacado de la película de “Volver al futuro”. Además la gente alrededor tomaba chocolate, o café…no había una sola gaseosa en todo el lugar. De verdad, no era normal, o por lo menos no era lo que estoy acostumbrado a ver. Terminada nuestra última parada, continuamos….


21:45hrs, Venadillo, Pueblo famosísimo por su Avena, de características especiales, única e irrepetible. Me consta, no existe nada igual sobre la faz de la tierra.


22:15hrs, finalmente, IBAGUE!...llegamos, atravesamos la ciudad de punta a punta, vimos varios centros comerciales nuevos que habían construido…Home Center…Makro….etc… todo muy bonito, y la ciudad muy iluminada, por cierto la iluminación muy similar a la de Barranquilla. Al fin descansábamos con solo el hecho de saber que habíamos llegado.
Luis Alberto Parra Hernández

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